martes, 30 de noviembre de 2010

Prevenir el Linfedema

¿Qué es el linfedema? 

El linfedema es la hinchazón del brazo de la zona que ha sufrido la intervención quirúrgica en la mama y axila. 
Esta hinchazón se produce por acumulación anormal de líquido intersticial debido a la interrupción de los vasos linfáticos. Como consecuencia se provoca una sobrecarga del sistema linfático, en el que el volumen de linfa acumulada excede a la capacidad de drenaje de la misma.
El linfedema es la secuela más importante del tratamiento loco-regional del cáncer de mama. Se trata de un trastorno crónico y progresivo que no todas las mujeres intervenidas de cáncer de mama desarrollan.

Afortunadamente no tengo, ni he tenido Linfedema. Por qué os cuento esto, porque desde hace unos días siento molestias en el brazo afecto y mi preocupación por este tema ha ido en aumentado. Podría tratarse de una simple contractura muscular, pero desde el mismo día de mi operación los médicos me han dicho que tenía que tener especial cuidado con el brazo para prevenir este problema que afecta a tantas mujeres con tratamiento de cáncer de mama.

Así que me he puesto manos a la obra y he decidido hacer los ejercicios preventivos que tanta pereza me dan.  

Lo primero es conocer los síntomas:

El linfedema no suele desarrollarse de forma brusca, por lo que los primeros síntomas pueden ser la sensación de pesadez en el brazo o endurecimiento de algunas zonas del mismo, principalmente de aquellas que soportan una presión como la cara anterior del brazo y la región del codo.
Conocer estos primeros síntomas puede evitar el agravamiento posterior del linfedema, ya que permite instaurar un tratamiento precoz de fisioterapia descongestiva compleja.
Posteriormente se aprecia aumento del diámetro del brazo y, en ocasiones, dolor y dificultad en la movilización.
El aumento del perímetro del brazo conlleva un cambio en la apariencia física al que habrá que adaptarse. Estos cambios pueden afectar negativamente al estado de ánimo y la autopercepción y a la forma de relacionarse con los demás, pudiendo deteriorarse la calidad de vida. De ahí la importancia de acudir al seguimiento que tanto tu oncólogo como tu fisioterapeuta te pauten. El seguimiento fisioterapéutico permitirá realizar un diagnóstico fisioterapéutico precoz y aplicar el tratamiento de fisioterapia de inmediato, evitando así la evolución del linfedema.


Tipos
Se distinguen dos tipos de linfedema según su aparición precoz o tardía: 
  • Linfedema precoz
Tras la cirugía aparece frecuentemente un edema postquirúrgico localizado normalmente en el tórax y en la parte interna del brazo. Puede reabsorberse (bien espontáneamente, bien con un tratamiento fisioterapéutico) tras un periodo agudo. Si no se ha aplicado tratamiento fisioterápico alguno y permanece tras haber transcurrido tres meses de la cirugía puede ser el inicio de un linfedema.
  • Linfedema tardío
Aparece tiempo después de la intervención. Se trata de la descompensación de un linfedema infraclínico (sólo apreciable en pruebas específicas del sistema linfático: linfoscintigrafía.) Puede haberlo provocado una infección, una sobrecarga de la actividad física, etc.
Una vez que tenemos esto más o menos claro, con gráfico del sistema linfático incluido. Paso a contaros en que consisten los ejercicios preventivos con unas ilustraciones muy simpáticas. 

EJERCICIOS RESPIRATORIOS 



 

EJERCICIOS BÁSICOS PARA FAVORECER EL FLUJO LINFÁTICO 



 

EJERCICIOS DE PREVENCIÓN DE LINFEDEMA 

Estos ejercicios se deben realizar 2 ó 3 veces a lo largo del día durante unos 30 minutos, aproximadamente, y no deben ser vigorosos.

Ya os contaré si el dolor va remitiendo y si tengo la fuerza de voluntad para hacer los ejercicios todos los días. Tengo que decir que recuperé bastante la movilidad del brazo y que a parte de no tener fuerza en el brazo, lo muevo con normalidad. Espero que estos ejercicios me sirvan de entrenamiento para irme poniendo en forma poco a poco y salir de la inactividad de estos últimos meses.


1 comentario:

  1. El año pasado yo también estuve luchando contra el cáncer, afortunadamente en julio de este año terminé las quimioterapias.
    En enero, mientras jugaba con mi hermano, el sin pensar en que me podría lastimar, apretó mi mano; al día siguiente se me comenzó a hinchar, así me dejé por tres días más, pero seguía aumentando. Entonces fui con el fisioterapeuta, quien a base de masajes y terapias combinatorias de frío y calor, logró que la inflamación disminuyera por completo.
    Desde entonces tomo muchas precauciones de no lastimarme, además de continuar haciendo los ejercicios que me recomendó, porque la verdad, cuando mi mano se inflamo, me sentí muy triste.

    ResponderEliminar