Consejo genético

Y llegó la famosa cita del Consejo Genético, después de meses dando vueltas de consulta en consulta, por fin este lunes tuve mi primera cita para empezar a estudiar mis genes.  Estaba un poco nerviosa, desde que me diagnosticaron he oído hablar del consejo genético como un proceso oscuro, complicado, de consecuencias insospechadas. Ya puedo respirar tranquila, no es para tanto. La primera cita sirvió para hacer un árbol genealógico de mi familia y firmar un montón de consentimientos para analizar mi ADN, con suerte y en el mejor de los casos dentro de un año más o menos tendré los resultados.

Os pongo en antecedentes, por ser menor de 35 años mi oncóloga me recomendó someterme a un estudio genético para descartar que no sea portadora de una mutación en los genes BRCA que pudiera hacer que mi cáncer de mama fuese hereditario.  Me consideró una privilegiada porque este tipo de estudios es bastante caro y no resulta nada fácil ser seleccionada como candidata idónea.  

¿Qué es exactamente el consejo genético? Consiste en realizar un análisis de ADN para determinar si el paciente es portador de la mutación de los genes BRCA1 y BRCA2. Una vez se conozcan los resultados se podrá informar al paciente y familiares del riesgo que existe de padecer un cáncer de mama/ovarios, de la posibilidad de transmitirlo a las siguientes generaciones, y de las medidas preventivas y terapéuticas que se pueden realizar para evitarlo.

Ya metida en faena no hay vuelta atrás, mi siguiente paso será la cita con el psiquiatra.  No voy a negarlo, me da un poco de miedo y mal rollo. No he ido nunca a la consulta de un psiquiatra y me intimida un poco. Espero pasar todos los test de personalidad, estaría bueno que después de lo que me ha costado llegar hasta aquí, ahora me declararan incapacitada para asumir los resultados.  

Es una decisión difícil, un montón de decisiones dependerán de un signo + en un folio. No sé si estoy preparada para lo que esto significa, supongo que cuando llegue el momento sabre que es lo correcto. Pero tengo claro que vale la pena pasar por esto. Tengo una hermana de 27 años y estoy convencida que cualquier resultado hará que vivamos mas tranquilos. Gracias a este proceso tanto mi madre, como mi hermana tendrán un seguimiento exhaustivo que en un momento dado podría salvarles la vida.