jueves, 13 de enero de 2011

Sintonizando la radio

Ante la pregunta ¿qué tal estás llevando la radio? Solo puedo contestar que muy bien. El tiempo se ha pasado volando y las 25 sesiones se están esfumando, el día 25 de enero habré completado mi tratamiento.  No puedo contener la emoción porque por fin podré gritar que he superado un cáncer de mama y que esta pesadilla ha terminado.

Todos me decían que la radioterapia era mucho más suave y que no tenía nada que ver con la quimio, qué razón tenían.  Empecé con desconfianza y mucho miedo, esperando que en cualquier momento el malestar y el monstruo de los efectos secundarios me visitaran de nuevo, pero tengo que ser sincera, no ha sido así. La radio ha sido un paseo, una razón para madrugar y levantarme todos los días, colgarme el bolso e irme a pasear.  A parte del cansancio, fiel compañero de fatigas y que no me abandona ni a sol ni a sombra, me encuentro muy bien.  Las primeras semanas no he notado absolutamente nada, la radio no duele y son solo unos minutos de radiación diaria. Progresivamente la piel se va enrojeciendo e irritando como cuando hay una sobreexposición solar. Yo he seguido los consejos de mi oncóloga y rigurosamente me aplico la crema hidratante específica para la radioterapia. Todavía me quedan unas cuantas sesiones y espero que la piel aguante bien, de todas formas las quemaduras duelen menos cuando el final está tan cerca.

¿Sabéis que es lo mejor? Que el pelo me está creciendo, es increíble como cambia la expresión de la cara con unas cejas perfiladas y unas tímidas pestañas. Mirarme al espejo y comprobar que cada día estoy un poquito mejor, me anima muchísimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario