viernes, 22 de octubre de 2010

Mantener el cáncer a raya

Como ya os adelante hace unos días estoy leyendo el libro “Anticáncer, una nueva forma de vida”, bueno más que leerlo lo estoy devorando.  Si alguna vez no sabéis que leer y os apetece conocer un poco más como actúan las células cancerosas y sobre todo que puede hacer nuestro organismo para ganar la batalla al cáncer, os recomiendo éste libro que ya se ha convertido en mi Biblia.

No voy haceros un resumen exhaustivo del libro, pero si comentaros las cosas que más han despertado mi interés.  La verdad es que cuando te diagnostican un cáncer, uno se queda tan paralizado por el miedo que lo único que puede pensar es que su vida se acaba. El proceso de aceptación es complicado y antes de llegar a asumir que tienes una enfermedad y que hay que tratarla para intentar arañar tiempo a la vida, primero hay que superar otras fases como la rabia, ira, impotencia, culpa, negación, y resignación.  

Yo me había quedado en la etapa de la resignación: “bueno pues sí tengo cáncer que le vamos hacer… a ver si los médicos me pueden curar.”  En ese momento te convertirtes en paciente y empieza tu devenir por consultas, hospital de día, pruebas, análisis, etc… Todas tus esperanzas están puestas en el tratamiento, que por otro lado, no tienes ni idea de si funciona o no.  Como paciente desarrollas una confía y fe ciega en tu oncólogo. Pues bien, leyendo este libro me he dado cuenta de que hay muchas cosas que podemos hacer para luchar contra el cáncer. Podemos ayudar a nuestro organismo a crear defensas naturales para que nuestro sistema inmunológico acabe con las células cancerosas que en un momento dado se vuelven incontrolables y quieren conquistar nuestro organismo. Que nadie me malinterprete, no quiero decir con esto que los tratamientos oncológicos no sean necesarios, la cirugía, quimioterapia, radioterapia y demás terapias son absolutamente necesarias y sin ellas probablemente yo no estaría hoy escribiendo estas líneas. Lo que quiero decir es que podemos completar estos tratamientos cambiando nuestro estilo de vida.  Suena muy fácil pero cuando llevas 31 años, como es mi caso, con un esquema en la cabeza, con unas prioridades y un modo de entender la vida, introducir cambios no es tan sencillo.

Es curioso como en ocasiones el cáncer puede abrirnos los ojos al dejar al descubierto la brevedad de la vida, y como el diagnostico del cáncer es capaz de devolvernos el sabor de la vida.

El libro hace mucho hincapié en nuestros glóbulos blancos y en especial en las células NK (Natural Killers), esto me ha encantado no puedo evitar pensar en los dibujos de Érase una vez el cuerpo humano.  Las células NK son los agentes especiales de nuestro sistema inmune y patrullan constantemente el organismo en busca de bacterias, virus o células cancerosas. Lo que hace especiales a estas células, es que al contrario que otras células del sistema inmune, éstas no necesitan exponerse previamente a la enfermedad para reconocerla y poder así combatirla. Las NK nada más detectar a un enemigo, rodean al intruso y tratan de pegarse a su membrana. Una vez logran entrar en contacto con las células cancerosas, las NK liberan una serie de armas químicas que se activan como mecanismos de autodestrucción provocando así el suicidio de las células cancerosas. Visto así estos agentes especiales se convierten en esenciales para mantener al cáncer a raya. El problema viene cuando nuestro sistema inmunológico está debilitado y nuestros poderosos glóbulos blancos y agentes NK no son capaces de destruir a las células cancerosas, permitiendo que estás se multipliquen rápidamente. Aunque parezca increíble, nosotros podemos influir con pequeñas acciones cotidianas para que nuestros glóbulos blancos estén siempre alerta y preparados para entrar en acción.
Numerosos estudios han revelado que las células del sistema inmune luchan con más ahínco cuando 1) están bien alimentadas y se las protege de las toxinas, y 2) cuando nosotros nos preocupamos de nuestras emociones y nos comportamos con serenidad.
Parece ser que las células NK son sensibles a nuestra alimentación y a nuestro estado de ánimo y sentimientos.

Os dejo una tablita que resume las reacciones de los glóbulos blancos a la alimentación, al entorno, la actividad física, y los sentimientos.

Inhibe
Activa
La típica comida occidental
(favorece los procesos inflamatorios)
La alimentación mediterránea, la gastronomía India, y la cocina asiática
(propiedades antiinflamatorias)
El estrés, la ira y la depresión
La serenidad y la alegría
El aislamiento social
El apoyo de la familia y los amigos
La negación de la identidad
La aceptación de si mismo, con los valores propios y la historia personal
El sedentarismo
La actividad física regular

A mi me esta ayudando muchísimo y espero que este periodo de reflexión no solo sirva para recuperarme físicamente, sino también para recuperar mi alma.







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