lunes, 18 de junio de 2012

Sin noticias de Paloma...

Parece que tengo el blog abandonado, que ya no tengo tiempo de compartir mis experiencias e inquietudes, y tengo que admitirlo, es verdad.  Hace meses que recuperé el ritmo frenético de mi rutina y parece que al día le hayan arrancado horas como si se tratará de hojas del calendario.  Pero recibir vuestros mensajes es siempre una satisfacción enorme, nunca imaginé que al escribir en este blog, que para mí era una vía de escape y una terapia para ayudarme a ordenar todo el torrente de sentimientos,  podría transmitir fuerza y energía a nadie.  Por eso he querido hacer un hueco y aprovechar este post para dar las gracias a todas aquellas personas que me leen, que me han acompañado a lo largo de todas las etapas de ésta enfermedad.  Vuestros mensajes son como una descarga eléctrica, me dan fuerza, me hacen sentir viva y sobre todo que todo lo vivido no ha sido en vano. Qué lo mucho o poco que se del cáncer puede ayudar a alguien.
Y puestos a decir la verdad, también confesaré que esta ausencia se debe a que me he tomado unas pequeñas vacaciones del cáncer.  Necesitaba desconectar un poco y dedicar mi tiempo y mi cabeza a cuestiones más vánales.  Cuanto mejor me encuentro más lejos me siento de aquella pelona hinchada que agonizaba hace poco más de un año.  Son etapas por las que hay que pasar que llevan su tiempo y su propio ritmo, esta experiencia no se olvida y no desaparece de mi piel, pero se aprende a vivir con su sombra.  Incluso hay veces que esa sombra se agradece y te hace sentir un poquito más viva.
Así que intento disfrutar de la alegría de saber que los resultados de mi última revisión han sido muy buenos y que como premio me han espaciado a 6 meses las revisiones oncológicas.  Qué alivio! No tener que pisar el hospital hasta octubre es un regalo.  Todavía no he aprendido a controlar la ansiedad que me producen las revisiones y cada vez que tengo que ir al hospital paso días de insomnio, angustia y ansiedad.  Tanto que la última vez que estuve en el hospital me desmaye, creo que hiperventile cuando me vi nuevamente en la sala de las mamografías…  pero estoy trabajando en ello con la ayuda de mi psicóloga.  
En un alarde de valentía he pedido cita con el cirujano ésta semana, porque definitivamente la cicatriz que me quedó cuando me retiraron el famoso port-a-cath es una chapuza.  De queloide ha pasado a ser una mancha rosada que con el tiempo se ha hundido como si le faltara piel, vamos un recuerdo inolvidable en el escote. Así que por fin me he animado y voy a visitar a un cirujano plástico para ver si se puede aplicar alguna técnica de reconstrucción. He dejado pasar todo este tiempo porque la idea de entrar de nuevo a un quirófano me pone los pelos de punta, de modo que he decidido ir poco a poco y primero voy a informarme sobre las distintas opciones.
Pasito a pasito voy recomponiendo el puzzle y lo seguiré compartiendo en este espacio.

1 comentario:

  1. Hola Paloma, acabo de descubrir tu blog buscando la forma de ver el documental de Mabel Lozano.En el 2010 , en febrero me detectaron un cáncer de mama también.No me lo podía creer, tu vida se hunde pero te alías con él , le conoces y le vences.Mañana justamente tengo la revisión de los seis meses.Pasé 1 año con el anticuerpo.Y ahora a esperar a Diciembre que ya está todo listo para reconstruir mi pecho.Hemos tenido tanta suerte!!!!! Me encanta haber aterrizado en tu blog.Sé que aprenderé más aún.Un abrazo fuerte.Reyes

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