martes, 3 de abril de 2012

Cerrado por vacaciones!


Para celebrar que hace un año que me reincorporé al trabajo, que cada día que pasa me encuentro mejor ,y que  afronto con tranquilidad y optimismo la próxima revisión.  Ésta desmemoriada se marcha de vacaciones, mochila a cuestas parto mañana para hacer un tramo del Camino de Santiago.  Llevaba años queriendo hacerlo y el cáncer hizo que tuviera que posponer mi aventura, pero en cuanto he recuperado las fuerzas, me he lanzado al Camino. 
Va a ser toda una experiencia, que llega en el momento justo. Yo, una urbanita empedernida, me pongo las botas y me cuelgo la mochila para enfrentarme a etapas de unos 25 km al día.  Como decía creo que llega en el momento adecuado, porque me siento bien físicamente, y anímicamente creo que estoy atravesando un momento muy estable.  Estoy poniendo en práctica muchos de los sabios consejos de mi psicóloga, en concreto estoy aplicando el Perdón Simbólico!  Bonito concepto, pensé yo, sin llegar muy bien a entender el alcance y poderosa acción para encontrar la paz interior.  Sé que esto puede sonar a ideología sectaria y no iríais mal encaminados porque siempre he sido un poco influenciable… como dice una amiga carne de secta ;)   Pero estaréis de acuerdo conmigo en que cuando te sucede algo en la vida, ya sea una enfermedad  o algún episodio traumático, además de enfrentarte al hecho en sí también tienes que lidiar con las decepciones personales.  A lo largo de estos meses he conocido a muchas personas que han pasado por lo mismo, y  todas coinciden que una de las cosas positivas de ésta “experiencia” es poder aprovechar para hacer limpieza en tu vida, y seleccionar mejor tanto a las personas que nos rodean, como el tipo de vida que quieres llevar. Es una segunda oportunidad.  Las decepciones personales pueden llegar a ser tan dolorosas como la propia enfermedad, y también necesitan su tiempo de cura y tratamiento.  Por eso pasado un tiempo y cuando la distancia nos ha devuelto el raciocinio, puedes poner en práctica el perdón simbólico.  Yo creo que me encuentro en ese momento.  No quiero dedicar demasiado tiempo a hablar de las personas que me decepcionaron profundamente y que simplemente no estuvieron presentes en uno de los momentos más importantes y duros de mi vida.  La razón está muy clara, no estuvieron y ahora tampoco están, ni forman parte de mi vida.  Pero me apetecía compartir este concepto, o llámalo truco, que me está ayudando a superar una etapa más de este proceso. Me he liberado de muchas cosas y todavía estoy en plena metamorfosis, optimizando de mis energías, tiempo, en definitiva vida.  Pero es cierto que en muchas ocasiones, necesitamos perdonar para seguir avanzando.  Así que el perdón simbólico, no es más que un perdón que otorgo mentalmente  a todas esas personas que me decepcionaron. Personas que siguen con sus vidas, ajenas al dolor que me causaron, pero que precisamente por eso, por su ignorancia, las perdono.  
Así que con la cabeza más despejada  y los deberes hechos, me siento preparada para empezar mi Camino de Santiago.   

Os contaré a mi regreso, ya convertida en una Peregrina! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario