lunes, 26 de marzo de 2012

Y llegó el gran día!!

Por fin llegó el quince de marzo, un día especial y señalado en el calendario desde hacía un par de meses.  Un par de meses de intercambio de emails, confidencias, ilusión, positivismo, todos ingredientes perfectos para hacer del día de la presentación de Eva todo un éxito.

Como vengo anunciando a través del proyecto de fotografías de Koen conocí a Eva Márquez, que me transmitió una ilusión por el proyecto y una energía que me convenció al minuto para participar en la presentación de su libro “Cuando la lluvia no te alcanza”.  El evento tuvo lugar en el salón de actos de la FNAC de Castellana, un espacio acogedor e íntimo donde nos dimos cita muchas mujeres valientes y poderosas.

La presentación fue mágica y muy emotiva, pero sería injusto omitir el proceso que he vivido hasta llegar a ese día. No dude ni un minuto en participar con un trocito de mi historia porque sé lo importante que son los mensajes positivos y lo mucho que ayuda escuchar y ver como otras mujeres han superado la enfermedad.  Pero para ser totalmente sincera, no sabía por dónde empezar.  Me senté muchas veces delante del ordenador intentado poner orden al cocktail de momentos vividos y no me decidía por ninguno. Con la distancia que otorga el tiempo miraba entre los recuerdos de los meses de tratamientos y veía a otra mujer. Las emociones vividas ya no me parecían tan intensas y pensé que quizás mi historia no era nada excepcional. Una más de tantas y tantas mujeres que padecen la enfermedad.  Leía los emails de las chicas y destilaban tanta fuerza, que a mis ojos parecían auténticas heroínas.  Pero al final encontré la inspiración y me preparé un discurso aceptable que se tornaba más positivo según se acercaba el momento.
Y por fin llegó el día de la presentación, los nervios se me agarraron al estómago y confieso que no pegue ojo esa noche. Era la primera vez que me enfrentaba a una audiencia de esas características y sobre todo para desnudar mi alma (bueno, y mi cuerpo también…)

Llegué a la FNAC acompañada de mis padres, siempre a mi lado, y me encontré con Eva y las chicas que íbamos a participar en el evento. Todas guapísimas y radiantes, felices por compartir ese día.  De repente se hizo el silencio y el acto empezó con el trabajo maravilloso de Koen, nos mostró una recopilación de las fotos que ha estado tomando para el proyecto del libro de los pechos. Fotos asombrosas, llenas de luz y de vida, mujeres que mostraban sin pudor sus cicatrices, reconstrucciones, heridas, sus almas… y entre ellas estaba yo. No me había visto y me impresiono ver mi foto entre esas mujeres, porque también parecía una mujer fuerte que desafía a la vida mostrando mis cicatrices.  Esas fotos me tocaron tanto el corazón que se me escapo alguna lagrima y ese fue el comienzo de un torrente de sensaciones. 

Luego le tocó el turno a Eva, estaba nerviosa y le temblaba la voz de emoción contenida, agradecimiento e ilusión. Nos presentó su libro de poesía contemporánea “Cuando la lluvia no te alcanza” recitando algunos de los poemas; poemas desgarradores y que con maestría concentraban la esencia de los momentos vividos con la enfermedad.  El libro está dedicado a su hermana Esther, que fue diagnosticada en 2010 y que todavía lucha por sobrevivir.

A continuación la Doctora Noelia Martínez de la unidad de oncología del hospital Ramón y Cajal nos dibujó brevemente en que consiste el cáncer de mama, los diferentes tratamientos para combatirlo, haciendo especial hincapié en la importancia del diagnóstico precoz y la necesidad de apoyar la investigación en este campo.

Y para cerrar el evento, nos llegó el turno.  Paz, Dulós, Isabel, Luisa, María Hortensia, Sonia y yo fuimos pasándonos el micrófono para compartir nuestras historias, miedos, experiencias, secretos de supervivencia… todo con un toque de humor, positivismo y emoción.  A mí me temblaban las piernas y tenía miedo a que no me saliera la voz del cuerpo, pero me sentí tan arropada por mis compañeras que logre levantarme y coger el micrófono firmemente para compartir ese trocito de mi vida.  Fue súper emotivo y balsámico.  Una terapia de grupo en toda regla, salí de allí reforzada y con más ganas que nunca de cambiar el mundo como lo conocí. De hacer de la actitud positiva mi religión.

Por todo ello no tengo más que palabras de agradecimiento hacía Eva y Koen, por involucrarme y permitirme ser partícipe de este proyecto que me ha tocado el alma.

También dar las gracias a mis padres, mi tía Paloma y Marisol que estuvieron allí acompañándome e infundiéndome fuerzas. Y todos los que no pudisteis estar físicamente, pero sé que me acompañabais en la distancia.





No hay comentarios:

Publicar un comentario