viernes, 25 de marzo de 2011

Hace unos días que no escribo y no porque no tenga cosas que contaros ya que en estos días me han pasado unas cuantas cosas.

No sé muy bien ni por donde empezar…empezaré por las malas noticias que el mal rato es mejor pasarlo cuanto antes. El domingo falleció de cáncer un familiar muy cercano y muy querido para mí. A ambos nos diagnosticaron prácticamente  a la vez, a mí de mama y a él de esófago, aunque nos separaba una diferencia de edad importante los dos teníamos las mismas ganas de seguir viviendo y de luchar. Quizás su avanzada edad le hizo más duro este camino y le costó mucho más superar las complicaciones que se presentaron y que finalmente acabaron con su luz. 10 meses de lucha desde que el cáncer dio la cara y solo 10 meses para ver como se apagaba lentamente. No quiero pensar demasiado y es por eso por lo que no he parado de hacer cosas en estos días, algo se me ha movido por dentro y me da vértigo pensar en lo vulnerables que somos.

Los que me conocéis personalmente y los que me habéis conocido a través de esta ventana sabréis que no soy de rendirme fácilmente y que a la hora de ponerme metas y exigirme el máximo soy única. Así que la mejoría que he notado este último mes no ha hecho más que alentarme para seguir adelante. Como ya os conté he retomado mi actividad física y sigo acudiendo a mis clases de aquagym religiosamente. De momento me encuentro bastante bien, salvo las molestias que la menopausia química me produce (bueno “castración química” como lo ha llamado mi doctora… por Dios me sentí como un gato!). Esta semana he hablando con mi oncóloga y por si tenía dudas de que Zoladex iba a ser mi nuevo mejor amigo, ahora ya me ha quedado clarísimo que tendré que ponerme las inyecciones durante dos años. Al parecer este tipo de tratamiento es bastante frecuente y se suele combinar con el Tamoxifeno, sobre todo en mujeres pre-menopáusicas y menores de 45 años, como es mi caso. La mayor parte del tiempo hago como si todo esto no fuera conmigo, ignoro todas las pastillas, inyecciones, revisiones, calcio y demás rollos terapéuticos… Me gusta pensar que sigo siendo la misma de antes y que todo esto ha sido un mal sueño, pero eso no es posible. Los tratamientos están ahí y las secuelas también. Lo mejor que puedo hacer es enfrentarlo y seguir viviendo cada día incorporando a mis rutinas a mis nuevos amigos. De momento vuelvo a trabajar el próximo día 1 de abril! Aunque asustada por la vuelta, tengo muchas ganas de poner por fin un punto y final a esta etapa, y que la normalidad vuelva a mi vida.

2 comentarios:

  1. Eres genial Paloma!! La menopausia química quizá es lo que peor llevo y eso que empecé hace 15 días sólo con Tamoxifeno!!!
    No te queda nada para la vuelta al trabajo!
    Ánimo guapa!

    ResponderEliminar
  2. Gracias Quelita! Me costó un poco adaptarme al Tamoxifeno pero ya estoy mucho mejor. Ánimo que esto lo tenemos superado!

    ResponderEliminar