Hoy me he levantado como el día, perezosa y gris, me va hacer falta una buena dosis de café para despegar. Ayer tuve mi primer día de Aquagym y como os podéis imaginar hoy estoy hecha polvo; no obstante, la clase de ayer me sentó fenomenal y estoy segura de que en unos días empezaré a notar los beneficios de la natación. Ya sabéis que me obsesiona sobre manera mi forma física y hacer ejercicio, ya lo hacía antes del cáncer pero ahora que sé que el ejercicio me ayudará a prevenir una recaída pues le pongo el doble de ganas. Aparte de andar una hora diaria y de empezar a hacer una especie de trote cochinero como diría mi padre, pues pensé que la natación sería el ejercicio adecuado para desentumecer el cuerpo. Con la natación se ejercita todo el cuerpo y no es un ejercicio de impacto, que en estos momentos no es lo que más me conviene. Así que aquí me tenéis armada con gorro, gafas y toalla de microfibra que están muy de moda, tengo intención de sumergirme cual sirena un par de veces por semana (bueno siendo realistas igual los primeros días emulo mas a una boya que a una Esther Wiliams).
En fin que en estos días de recuperación cualquier cosa me motiva y me hace feliz, para mi es todo un logro después de tantos meses poder seguir una clase de 45 minutos aunque sea nadando a perrito.
Además os quiero dejar un enlace de una buena noticia que he leído esta mañana en el periódico digital Elmundo.es
Un nuevo antitumoral marino a las puertas del hospital
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