Hace unas semanas cuando todavía estaba en pleno tratamiento de radioterapia una compañera de fatigas me habló de la planta de aloe y de su uso medicinal. Por si no lo sabéis, la radio produce alteraciones en la piel, muy similares a una quemadura solar. Tras dos o tres semanas de radioterapia aparece una coloración rojiza (eritema) en la piel de la zona de tratamiento. A partir de la 4º semana esa zona de la piel va adquiriendo una coloración más pigmentada y oscura, que desaparecerá en uno o dos meses tras finalizar la terapia. En algunas ocasiones esa coloración rojiza puede ir a más provocando dermitis o epitelitis más severas. 
Yo afortunadamente no he llegado a tanto, pero si tengo que decir que la piel se me ha quemado y el enrojeciemiento era importante, además la cicatriz de la axila se me ha llegado a agrietar. Así que una vez terminado el tratamiento me acordé de la planta (tenía dos en casa) y me puse manos a la obra. Corté un trocito y me lo aplique directamente sobre la piel quemada y tengo que decir que: ¡funciona! Estoy muchísimo mejor y la mejoría es notable. Hace dos semanas que terminé la radio y todavía tengo el pecho un poco inflamado y enrojecido, pero las grietas han cicatrizado y la sensación de tirantez y escozor ha desaparecido. Tanto es así que tengo a toda la familia utilizando el aloe vera para todo tipo de problemas en la piel. No sé si funcionará pero también me lo estoy echando en las uñas de los pies, a ver si consigo salvar alguna. Con el dinero que me he gastado siempre en cremas y ahora va a resultar que la planta que tenía en la terraza medio seca es el elixir de la eterna juventud.
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